Entre todos los aislantes naturales con los que trabajamos, hoy queremos destacar la lana de roca ya que ofrece una gran solución para aislamiento insuflado e inyectado, aportando prestaciones térmicas y acústicas de gran calidad.
Para ser conscientes de sus beneficios y lo que puede aportarnos en nuestro hogar o trabajo, queremos resumir sus cualidades y rendimiento.
- ¿Qué es lana de roca?
Es una alternativa a la celulosa a la hora de aislar y ofrece además un excelente aislamiento térmico, acústico e incombustible. Se obtiene de rocas volcánicas calentadas en hornos específicos. Otras de sus cualidades es la larga vida útil que ofrece y su sostenibilidad. Su estructura multidireccional, que contiene aire seco en su interior, constituye una barrera al flujo de calor, además del bajo nivel de conductividad térmica de los filamentos minerales que la componen.
- ¿Cómo se aplica lana de roca?
Trabajamos con el sistema de aplicación mediante insuflado tanto por el interior como por el exterior de las viviendas. En este caso las fibras de lana de roca se introducen en seco en las cavidades hasta rellenarlas por completo, de manera rápida y sin obras. Las principales técnicas que se emplean son:
- Insuflado en fachada
- Insuflado en falso techo:
- Insuflado en bajocubierta
- ¿Qué beneficios nos ofrece?
Cabe destacar el excelente nivel de confort térmico que ofrece gracias a la calidad de sus propiedades aislantes. Al mismo tiempo, conserva todas sus prestaciones durante largos periodos de tiempo ya que su vida útil estimada supera los 50 años. Por último, al ser un material natural, conseguimos solucionar nuestros problemas de aislamiento sin perjudicar el medioambiente.
- ¿Cuáles son sus factores claves?
- Aislante.
- Incombustible.
- Saludable y sostenible: Material natural.
- Económico.
- Transpirable.
- Resistente.
- Protege contra humedades.
- Permeable al vapor del agua.
- Buen corrector acústico.
Si necesitas una explicación más personal, en Rafael Aislamientos estaremos encantados de asesorarte con tu proyecto.
